jueves, 30 de septiembre de 2010

La fe es inversamente proporcional a lo "marqueros" que somos

Un estudio de la universidad de Duke en Estados Unidos, mostró que entre más comprometidas están las personas con su fe, menos atención le ponen a las marcas. Los símbolos religiosos pueden remplazar los artículos de marca, para expresar la personalidad.

Hace mucho pienso que las religiones funcionan, porque brindan satisfactores a diferentes necesidades, por ejemplo pueden ser útiles para los tres niveles superiores de la pirámide de Maslow, afiliación, reconocimiento y autorealización. Y son justamente esas necesidades las que atacan las marcas, entonces en términos prácticos, ¿podríamos decir que las religiones y las marcas son productos sustitutos en varios aspectos?

Pirámide de las necesidades de Maslow. Imagen de Wikipedia

2 comentarios:

  1. Bueno, me siento en la obligación moral e intelectual de responder la pregunta final. Es innegable que todo actualmente parece estar dominado por los mercados y que toda necesidad es suceptible de ser satisfecha bajo las recalcitrantes logicas del actual sistema económico.
    Tradicionalmente, solo hasta el tercer nivel de la escala de necesidades de Maslow, es satisfecho por productos. Lamentablemente, la naturaleza insaciable del ser humano, ha permitido que personas sin escrupulos, como compañias, malos sacerdotes, malos pastores, malos guias espirituales, malas marcas. Se aprovechen de la naturaleza ahorradora del consumidor y le vendan la idea de no solo va a satisfacer el hambre, sino ademas con nuestra hamburguesa va a ser reconocido por los demas...

    El consumidor de a pie, el tradicional, el comun, el del dia a dia, nunca o rara vez reflexiona sobre lo que consume... mas alla que endiosar una marca, o crucificar una religión o creencia, la pregunta valida seria, ¿Soy yo realmente el que tomo las decisiones de compra o es un conjunto muy bien elaborado de manipulaciones?

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  2. Muy de acuerdo, las marcas se aprovechan de los estudios sociológicos, para embutirnos ideas en nuestro cerebro. Asi pasan de ser un producto útil ó inutil, (pero siempre prescindible); a ser un producto imprescindible para nuesta felicidad personal.
    Pero la religión les lleva siglos de ventaja. Conocen el secreto para morir feliz (incluso para muchos vivir feliz). Este secreto es muy sencillo: lleva tu vida de tál forma que cuando llegue tu fin, no tengas absolutamente nada de lo que arrepentirte (ni de lo que has hecho, ni dejado de hacer en tu vida) [ya sabeis el porqué de los últimos sacramentos].
    Personalmente cada hora que pasa me arrepiento de no estar haciendo otras miles de cosas importantes que quedan por hacer tanto para mí como para los demás. Lo cuál me cierra la puerta a la felicidad. Las marcas solo producen sucedáneos de sastifacciones personales. Sastifacciones que caducan mucho más rápidamente que sus productos.

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