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Sillas rocker de Eames modificadas por artistas |
Si por algo se ha destacado Herman Miller a lo largo de su historia, es por su vocación de diseño. Para este concurso los premios "secos" respiran diseño. Con el premio mayor la sacaron del estadio, tomaron un icono del diseño y se lo dieron a artistas jóvenes para que lo usaran como lienzo, el resultado, una obra de arte única.
Aparte de los premios, el sitio del concurso tiene el sello de Herman Miller, con un diseño cuidado en todos los aspectos, muy bien logrado.
Saben aplicar el mercadeo en línea
El concurso va encaminado a crear una base de datos, que posteriormente podrán usar para enviar correos con publicidad entre otros. La mecánica es que los premios se van desbloqueando cada semana, a medida que la gente se registra, y se rifa uno cada semana. Con esto crean la urgencia de registrarse rápido y de invitar a los amigos a registrarse, para que se desbloqueen los premios. Acá está el único lugar, fueron muy conservadores con las metas y para primera semana tenían una meta de 100 registros y ya tenían 5.000. La meta total del concurso son 10.000 registros y después de semana y media van en 7.500, todo un hit.
Para motivar más a las personas a invitar a sus amigos a participar, también tienen un concurso paralelo que rifa una silla Aeron (otro icono del diseño) entre las personas lo hagan. Con esto tienen crean dos estímulos para que el concurso se difunda de forma viral.
El concurso también se destaca por el manejo de la marca que hace, tienen clarísimo que su diferencial es el diseño y toda la estructura del concurso gira en torno a eso.
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